López Liévano Erika
Hernández Hernández Sulma Yorleni
Roque Álvarez Manuel Humberto
Estudiantes de Enfermería / ISEEECH
Contigo la vida era mas fácil tía, extraño cada día tu sonrisa, tu enseñanza y tus consejos, pero doy gracias por que tuve esa dicha de compartir y convivir contigo, tu memoria brillará por siempre en mí, ojala te pudieras escapar un ratito del cielo, para darme un fuerte abrazo; me quedo con los buenos recuerdos que pasamos juntas, fuiste una maravillosa persona, espero, que donde quieras que estés, estés bien allá en la otra vida, y siempre la llevo en mi corazón.
Me hubiese gustado abrazarte un poco más, te fuiste y dejaste a todos con un vacío difícil de llenar, te recuerdo siempre, te extraño todos los días un poquito más, ven, baja y dame ese abrazo que tanto necesito, siempre estarás en mi corazón.
Quizá no tenga las palabras que describan todos los sentimientos y dolor que sentí, “hay perdidas que nunca se llegan a digerir”, el día de tu partida me dejaste un amargo sabor de boca, sé que siempre estarás conmigo, viéndome y cuidándome; viendo todos mis logros y mis derrotas, pero siempre tratare de dar lo mejor de mi por ti, para que te sientas orgullosa de todo lo que logre y lograre y no te imaginas el cuanto daría por verte otra vez aunque sea un minuto más y decirte lo mucho que te extraño y quisiera que nunca te hubieras ido de mi lado.
Después de toda la muerte significa que hubo vida, y esa vida fue disfrutada al máximo, recordar nos hace vivir las experiencias que tuvimos con esa persona querida por nosotros y nos llena de felicidad y mucha nostalgia, pero recordar algo “que es la vida sigue y hay que disfrutarla”.