Quimeras de fuego
Hipólito PS. / rotativoenlinea.com
Con el temor del que no sabe que está atrapado
En un bucle de despojos y olvido,
Musitando exclamaciones de ayeres
Que nunca perdonaron el nacer entre pinos y cipreses.
¡Ay de aquellos que no tienen
Hambre y sed de justicia!
¿Cómo serán saciados?
Canto junto al camino de las bóvedas verdes
A los pasos de las edificaciones de futuros
A las manos que guiaron al cenit
De las NO aceptadas derrotas;
De las NO conocidas victorias.
Canto y me sublevo
(Lloro y mis lágrimas son sonrisas)
Busco que las palabras y las poesías
Corrijan el rumbo y nos conduzcan
Hacia la estrella resplandeciente de la mañana
Que no sea como ayer
Y que sea como lo que nace
En un alba de meses
Que danzan bajo la lluvia cósmica
De tiempos que contagien de esperanza.
Que sean como los besos y caricias
De un amor virginal
Cuya lozanía
Conserve intacta
La promesa alegórica del ave fénix
Para renacer de la gélida avenida
Del nunca poder,
Porque aunque halla hambre, y torcidas mentes,
Es indispensable, en tiempos confusos,
- Que siguen dictando sentencias-
- Y condenas,
- Y culpas;
Salir del pozo del no querer ver a las estrellas.
Que sea esta voz
La búsqueda de más voces
Y que juntas puedan romper
Los eternos silencios
En la espesura del bosque
De los oídos sordos.
Y que mañana sea como todo,
Menos como hoy.
¡Hoy! El tentador presente
Que con sutiles subterfugios
Busca domarnos hasta devorarnos
Con sus fauces de des-origen e historias interminables.
Que el mañana sea como
El suspiro de un viejo
Que se sienta a brindar
-Mezcal en mano-
Con los atardeceres
Pues son las puestas de sol
Las que nunca se han olvidado
Que aquí las órdenes son efímeras
Ya que el orden más sagrado
Lo ponen los que dejaron sin huellas
En las conciencias y en los ojos
De los olvidados.
Que el mañana sea como quiera
Pero que no sea como
La voraz quimera
Del presente.