Naúm Roblero / rotativoenlinea.com

3.- Los ocios 

El divertimento configura el ser del hombre y más aún con una cuarentena tan arbitraria como el COVID-19. Cómo recrearse en tiempos de contagio, de aislamiento.

En buena medida, muchas enfermedades sintomáticas empiezan por el  manejo de las emociones. El ocio forma parte de la salud. 

Sin duda, la tecnología creció exponencialmente. Los deportes solitarios pueden ser practicados en cierta medida pero aquellos deportes de conjunto y reunión de masas significaron un cambio de paradigmas.

Sabernos vulnerables en tiempos de crisis por el otro, nos hace empáticos ante las necesidades.

4.- Los despojos

Esta nueva enfermedad trajo consigo, situaciones puntuales a nivel psicológico. 

Los despojos fueron a una escala mundial y sin medida sobre todo, el encierro voluntario para no esparcir el virus, dejo a su paso una desolación como una guerra.

La desinformación también fue otro despojo de la verdad, pues a ciencia cierta nadie sabe cómo surgió este virus como muchos otros. Nadie sabe el final de la historia.

La pérdida de un trabajo, de una persona, de la estabilidad emocional, los horarios, las rutinas, salario, salud. El paso de una pandemia sobre las ciudades trae consigo humores en las personas, reacciones, y esta vez, la misma sensación fue universal.

Aún desconocemos los resultados finales de la pandemia. Cada país, cada ciudad, cada casa a tenido una historia propia de esta pandemia ahora universal que no tuvo fronteras como manifiesto de la globalización. Una guerra psicológica que juega su papel y a veces, de modo subconsciente hace más sensible al hombre para destruir a sí mismo o para construir lazos fraternales.

La vacunación ha traído un rayo de esperanza a la humanidad. Volver a la amistad, a la camaradería y con ello, a la revalorización de una sociedad que se creía tan compacta e inmortal.

Queda la hermandad, la prevención, la comunicación a distancia, los luchas sociales en medios de una pandemia y un sabor agridulce y aun así el mundo continuará su marcha, mientras los redobles del tambor imitan la gloria humana.