Saetas
Hipólito PS. / rotativoenlinea.com
Se cumplió un sueño
Se vivió una vida
Y aunque nadie supo de ello
Su historia no morirá nunca.
Nació cuando todo era banal
Nunca fue único en su especie
No lloró las primeras lágrimas
Fiel señal que desprendió odio.
Nadie sabrá el uniforme testimonio
Su cruz será devorada por el tiempo
Y la esquela final
Dirá a viva voz
Y con lágrimas
Aquí yace un soñador.
Pero el infortunio no será excusa
Ni la huida servirá de consuelo
Dejó atrás hasta lo que concedió sin revuelta
El manto gris del negro pasado
No podrá borrar
El ahínco con el que supervivió.
Se fue el denso humo
El don que recibió sin pedirlo
Es ya solo un recuerdo
Pidió, rogó, se cansó;
Solo caminó hacia su destino
Hoy es recordado
Y uno que otro anónimo
Lo recuerda como fue:
Un soñador.
Las manos que lo hicieron reposar
Reposan en otras manos;
Los ojos que lo hicieron ver
Ven otros senderos;
La voz que habló en su juicio
Hoy condenan su atroz valor;
Se fue con el dintel del agravio
Se fue como llegó:
Como un soñador.
Y si regresa en otras líneas
Que la paz que buscó
No sea más una profecía
Y si regresa una tarde de nubladas razones
Cansado de andar por sus sueños
Que no vuelva a ser jamás un soñador.
Hubo amor en sus ambidiestros juicios
Hubo soledad en el seno de sus venas
Y si no caminó con los pies descalzos
Fue porque voló sobre los arrabales
Descontento del presente
Buscó anidar entre los presagios
Digan que se fue a danzar
Alrededor del fuego de la victoria
Digan que la victoria, la libertad y la paz
Huyeron primero
Él solo buscó esos lejanos pasos
Y si no los encuentra
O se pierde en el intento
Que las sutiles navajas del mañana
Lo condenen
Recuerden al confundido
Hombre pregunta
Que buscó hasta el exilio
Un folio, un trazo de historia,
Un amanecer oscuro.
Tuvo todo lo que deseó
Y aunque no entonarán vítores en su nombre
Ni monumento alguno le honrará,
Tampoco clamarán por su alma
Recuerden que
Se fue como llegó:
Como un soñador.