Viernes26 de abril de 2024

El culto a San Pascualito / SEGUNDA PARTE

Durante las guerras carlistas en España en el siglo XIX, se suscitaron diversos saqueos, donde fue quemado el sepulcro del santo. Frailes franciscanos trasladaron sus restos, hasta llegar a la Catedral de San Marcos en 1902, luego sería pasado a la iglesia de El Calvario en 1908.


Por rotativoenlinea.com

6 de junio de 2021 Actualizado a las 21:06:21

SEGUNDA PARTE  

Emmanuel Grajales / rotativoenlinea.com

Fundación del Barrio de San Pascualito y el folclor en torno a San Pascualito

En 1872, de acuerdo a un acta constitutiva de una hermandad dedicada a la veneración de San Pascual Rey, que se encuentran en el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de las Casas, se tiene como punto de partida la incorporación del santo en dichas festividades.

Además, en esa fecha se fundó el Barrio de San Pascualito, al sur poniente de la capital chiapaneca, en la zona centro. Tanto el barrio como la iglesia, se fundan por influencias del Barrio de El Calvario de esa ciudad (igual ubicado en la zona centro, a escasas cuadras del Parque Central de esa ciudad).

Cabe destacar que la fundación de ese lugar, es muy parte importante en la expansión de la mancha urbana en Tuxtla Gutiérrez, durante el siglo XIX, pues después del siglo XVI no hubo mayor crecimiento urbano en la ciudad, sino hasta lo descrito anteriormente, tal y como lo esclarece Ricardo Rincón.

Respecto a la iglesia de San Pascualito, Rincón Hernández en sus investigaciones, refiere que en 2020 sufrió cambios drásticos, por consecuencia del sismo de 2017, la iglesia tenía dos torres y tras su remodelación no se respetó la fachada, perdiendo aspectos característicos de la ermita donde se fundó.


Conflictos armados que perjudicaron las reliquias del santo

Durante las guerras carlistas en España en el siglo XIX, se suscitaron diversos saqueos, donde fue quemado el sepulcro del santo. Frailes franciscanos trasladaron sus restos, hasta llegar a la Catedral de San Marcos en 1902, luego sería pasado a la iglesia de El Calvario en 1908.

Por ello el esqueleto y carretón del santo generaron ciertas dudas en los investigadores, pues en artículos relacionados, no se sabe a ciencia cierta, si la réplica es la que estuvo en la Catedral de San Marcos en 1902.

Muchos consideran que el esqueleto dentro del carretón pertenece a San Pascual pues durante su estancia en San Marcos, se guardó en una de las capillas laterales, una imagen de un esqueleto de madera en su carretón ataúd; a la postre crecería el culto entre los comerciantes del mercado de esa zona.

Los conflictos del siglo XX: la Revolución Mexicana y con ello los conflictos entre carrancistas y mapachistas, la reliquia del santo correría peligro; en 1914, con la llegada de tropas constitucionalistas dirigidas por Jesús Agustín Castro, se dio la orden de destruir la imagen, se consideraba idolatría.

Pero el mayordomo del santo: Antonio Morales, sacó la reliquia de su capilla y la esconde en el monte, siendo este personaje el principal defensor de ese santo patrono y evitó que fuese quemado. Durante ese lapso, se llegó al grado de atormentar a los fieles devotos del santo, para averiguar su paradero, lo cual fue infructuoso.

En 1934 el Coronel Victórico Grajales, gobernador de Chiapas en ese entonces, encabezó una campaña anticlerical contra la iglesia católica, donde se cerraron templos y se quemaron santos en las plazas de las principales ciudades de Chiapas.

La réplica del santo siguió oculto durante ese tiempo, ante la presencia de los “quemasantos”: era alertados por los mismos presidentes municipales, para ser llevados a cuevas, para sobrellevar el peligro.

En casas particulares permaneció la imagen, se visitaba en secreto, pasando por diversos casas humildes, hasta llegar al terreno de “Doña Vicenta”, misma que a sus expensas levantó una sencilla capilla en el traspatio de su caso, actualmente donde está el templo.

           

El culto en la Iglesia Ortodoxa

En 1948, la Mayordomía y Priostería zoque de Tuxtla, logró organizar un templo a la osamenta del santo, que se concluyó alrededor de 1955. Las prácticas y rituales como quema de inciensos o velas, por parte de chamanes y brujos dentro del recinto, no fue del agrado del catolicismo en esa región

El culto hacia ese santo, generó cierta antipatía por parte de los sacerdotes católicos, quienes acusaban de idolatría, gestando denuncias en la oficina general de Haciendo, sobre malos manejos en los fondos del templo, derivando en la clausura del templo.

Se realizaron peticiones de alto nivel a la Cámara de Diputados y a la Secretaria del Patrimonio Nacional, para reabrir el templo con base a lo estipulado en la Constitución, de acuerdo a la libertad de creencias y cultos. San Pascualito tenía argumentos legales para existir, sin embargo, su manejo administrativo (ferias, limosnas, entre otras) no debía estar en manos de particulares con una congregación religiosa, ante la negativa de muchos sacerdotes católicos de seguir con la imagen, de tomó una decisión fundamental.

Tras la intervención del Gobierno Federal y el veredicto de los magistrados de justica, en 1959 llegó fray Agustín Leonardo García, sacerdote de la Santa Iglesia Ortodoxa Católica Mexicana, quien reabriría el recinto en 1960, como parte de ese culto y seria uno de los patriarcas del lugar.

Los sucedieron fray José León Aguilar y fray Rogelio Carrillo Hidalgo, los problemas sobre el culto persistieron y dio pauta a la veneración de personajes polémicos, como Jesús Malverde y la Santa Muerte, además de la insistencia de los problemas anteriores antes de formar parte del culto ortodoxo.

Fuentes: