Alonso Vargas / rotativoenlinea.com
El Belly dance, danza del vientre o danza egipcia y también conocido como danza oriental; ha sido tradicionalmente folclórica, en la actualidad ya se puede observar este espectáculo y además que antes se caracterizaba por mujeres y gracias a los cambios que ha tenido desde la técnica y música ya hay grandes bailarines en este tipo de ritmo y además países.
Belly dance es una disciplina que inició a principios del siglo XXI y ganó mucha popularidad en Occidente por varios artistas, que visualizaron esta danza, además que la gran sensualidad y sus efectos beneficiosos sobre el cuerpo femenino producen una liberación física de estrés y también en el ámbito espiritual, ya que se crearon varias academias con profesores y practicantes de la danza oriental. Por lo cual también surgió en Estado Unidos una vertiente tribal y es producto de los ritmos propios de la danza del norte de África, Oriente Medio y Sur de África, en algunas ocasiones con elementos de flamenco o danza hindú.
Este tipo de danza se puede bailar en solitario, o en grupo más o menos reducidos, además que la vestimenta son muy vistosos, con detalles de diferentes culturas, en algunos se caracteriza por tener una inspiración gitana, faldas amplias con varias capas, tops o choris, adornos de gran tamaño, esto en el baile una de las bailarinas veremos en los espectáculos que en el grupo, los movimientos de las manos, brazos o pies, cambien el ritmo de todo por medio de la música que las acompaña, los beneficios que acompañan a la danza son tanto físicos como mentales, además de qué el bailes es un ejercicio cardiovascular, ayuda a mejorar tanto la flexibilidad como la fuerza.
Este tipo de danza trabaja sobre los centros de energía corporales, eliminando tensiones y armonizando la energía, para las mujeres embazadas, es un excelente ejercicio para preparar el vientre antes del parto, como también después del parto porque apoya a recuperar el abdomen.
La danza oriental es apropiada para todas las edades y personas de cualquier constitución, siendo el bailarín quien controla el nivel de exigencia física, apoya en la salud mental, mejora el grado de bienestar a pesar de que la danza no es capaz de curar muchas enfermedades psicológicas o psiquiátricas, contribuye a curar la depresión, el nerviosismo y la neurosis, patologías corrientes en nuestros tiempos.
En Tuxtla Gutiérrez se encuentra El Harëm Belly Dance Academy en Boulevard Ángel Albino Corzo N° 3210 Altos con el maestro Ángel Cervantes, para mayor información al número telefónico: 961 1 588 516.
