Julio Cruz / Corresponsal Tiltepec / rotativoenlinea.com
Narcizo López nos habla en esta entrega de uno de los vestidos tradicionales de Chiapas, particularmente el utilizado por las mujeres de la comunidad Ramón F. Balboa citada en la zona selva del estado: “me inspiraba ver a las mujeres portarlo y elaborarlo (las jóvenes se dedicaban a esto) se los enseñaban sus mamás. Lo usaban todos los días, pero cuando había fiestas le integraban accesorios o hacían uno nuevo para un evento muy especial”, expresó el artista plástico.
Para las fiestas especiales, por ejemplo, las bodas, no ocupaban el vestido de novia tradicional, sino que usaban el traje típico, adaptado a la ocasión. A lo largo del tiempo se han ido haciendo adaptaciones y cambios al vestido, sin perder su esencia, pero un poco más estilizado, el paso de generación en generación ha dado lugar a diseños mas elaborados y agregaban de acuerdo a la ocasión accesorios que lo acompañaran. El vestido es una pieza poco común, elaborado de tela de satín y adornado por gran cantidad de listones de diversos colores.
“Me comencé a fijar en las mujeres que tenían ciertos rasgos autóctonos y que conservaban las raíces de esa etnia, se convirtieron en mis modelos. Los que veían mi obra me preguntaban de dónde era el vestido, les impresionaba porque era uno de los trajes poco conocidos, eso me motivo a seguirlo trabajando porque me interesaba que más personas lo conocieran. Al principio pinté unas obras de caballete y posteriormente me inquietó trabajar los murales, en esos lugares no se habían elaborado, pinté un mural en la escuela y llamó mucho la atención, porque uno de los elementos principales era el vestido, ligado a la deidad maya, la Diosa Ixchel portaba en esa obra el traje regional. El mural se llama Un poema para Ixchel”, precisó.
En el último mural que Narcizo López realizó en la Escuela Secundaria Técnica 149, titulado “Fragmentos de un poema escritos en la página de nuestra historia” se observa como elemento central una niña portando el vestido, y aparece nuevamente la diosa maya, quien se cree les dio a las mujeres el conocimiento del bordado: “cuando pinto el vestido quiero transmitir la alegría, yo le llamo el vestido de 100 colores, ver tantos colores juntos es motivo de alegría. La mayoría de mis obras están inspirados en la belleza de lo que veo”, puntualizó el artista para finalizar.