Jueves, 21 de noviembre de 2024

Él

Mención honorifica en el 1er Concurso de Cuento Infantil “Rotativo escribe”.


Por rotativoenlinea.com

6 de mayo de 2022 Actualizado a las 06:05:59

Mía Terroso Quezada / rotativoenlinea.com 

-Su cabeza de un ostión.

- ¿Dónde está que no lo veo?

-Pero, a la vez, ¡qué premio la cabeza de ese león! Su cabeza como tú es cosa muy bella, lleva una estrella que no se ve, se piensa.

Miro cómo la atraviesan un vuelo de pájaros, un destello de serpentinas y mil cosas que no pesan. Cuídala. Sé lo que digo. No lo pierdas, no lo apuestes, no la escondas, no la prestes. (Quizá sea la única persona que te entiende...).

Sus ojos para ver la vida por la avenida, solos con antenas de pestañas, ojos y ojeras que no descansan, esos ojos lluviosos en tardes de relámpago o lluvias. Su corazón de piedra imán, todas las cosas las atraes.

Alto. Repica en mi pecho un pájaro que no veo y solo al quedarme quieto, salta de pronto y lo siento...

Bajo la luna sus brazos alas, al aire, giran zumbando. En verano son barcos de agua dos papalotes azules como nubes de mayo. Y arriba, los abro como su fuera un árbol donde cantan los pájaros. Si los cierra, aparecen un globo de aire y un potro blanco. Yo saldré volando, volando.

Dos orejas una para oír a los vivos, otra para oír a los muertos. Las dos abiertas de día y de noche, las dos cerradas a nuestros sueños. Para oír el silencio no te tapes las orejas, oirás la sangre que corre por tus venas. Para oír el silencio aguza los oídos, escúchala una vez y no vuelvas a oírlo. Si te tapas la oreja izquierda, oirás mis sueños; si te tapas la oreja derecha, oirás... Mis pensamientos. Había una tercera oreja, pero no cabía en la cara, la ocultamos en nuestro corazón y comenzó a latir. Está rodeada de oscuridad, es la única oreja que al aire no lo engaña. Es la única que nos salva de ser sordos cuando allá arriba nos fallan las orejas.

Mi pecho, una caja completa que nunca se abre, y dice (aunque siempre cambie): que está adelante y que está atrás.