La llama de la fe
Hipólito PS. / rotativoenlinea.com
A Emi Lineth, niña de luz.
La primavera susurra un canto
Que vacía el rescoldo del ayer
Una golondrina surfea el cielo al ver
La llegada de tu efervescente encanto
La prisa del tiempo es una cadena
Y tus manos toman con libertad
Las llaves del reino de tu humildad
Abren cualquier puerta de amor y condena
Tu risa que recorre todo rincón
De aquellos días de tu infancia
Son hoy la dulce y fiel fragancia
De tu futuro que no es una ilusión
Doncella que arropa sabiduría
Me enseñaste que nada es imposible
Si las golondrinas cantan lo inaudible
Tú traduces tu presente en suave melodía
Seguirá tu lumbrera derrotando molinos
Y la luz a veces será nítida
Pero tubo tez de primavera límpida
Arrollará hasta la oscuridad de errores y atinos
No todo debe decirse con palabras y voces
El real mensaje se aspira con los días
Que traen su afán en sus líneas
Recuerda que cada vez que caes creces
El mundo se abre de par en par
El cielo te cobija en otro escalón
Que tu fe te guíe y que la razón
Haga siempre a tu corazón brillar
El fogón prende de madrugada
Sus llamas que reavivan tu anhelo
Que la lucha que cubre tu negro pelo
Sea tu compañera en esta odisea
Y siempre serás nuestro orgullo
Porque nos enseñaste que las sonrisas
Soplan de raíz a las cenizas
Niña de luz, en mis versos siempre te arrullo.