Lyam Pérez / rotativoenlinea.com
En el corazón de Tuxtla Gutiérrez, a un costado de la Iglesia del Calvario, se encuentra Doña Hortensia, nacida en Copoya, Chiapas, ha dedicado tres décadas de su vida a comercializar diversos productos para obtener un sustento económico.
A pesar del aumento en los costos de los productos, Hortensia no se da por vencida; afirma que ofrece artículos de calidad y variados, adaptados a las temporadas, como las flores que aromatizan su puesto con la llegada de la Semana Santa.
Reconoce que el trabajo es una parte esencial de su vida: “Tal vez falto un día o dos, pero siempre regreso. Me gusta vender”, expresó. Asimismo, comentó que espera ser un ejemplo de esfuerzo para las nuevas generaciones de su familia y exhortó a la juventud a buscar su propio sustento.
Desde las 8:30 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde, de lunes a domingo, Doña Hortensia sigue atendiendo a sus clientes con la misma alegría de siempre. Para ella, este espacio de trabajo no solo es su lugar de venta, sino también un pedazo de su vida y un espacio de socialización.
Quienes deseen conocer y apoyar su labor pueden encontrarla vendiendo afuera de la Iglesia del Calvario, donde, con gusto, ofrece sus productos de temporada y una sonrisa sincera a cada cliente. Su historia refleja la de muchas mujeres trabajadoras de Chiapas, que, con esfuerzo y amor por lo que hacen, mantienen vivas el comercio local.