Jueves, 29 de mayo de 2025

POLIFONÍA TEATRAL o sonreír ante un espejo fragmentado

Y entre todo el dolor que puede causar un destino ambiguo hay una sonrisa, una música que suena de fondo y llena de fortaleza para llegar a la meta, aunque nadie más pueda o deba acompañar.


Por rotativoenlinea.com

28 de mayo de 2025 Actualizado a las 00:05:02

“Entonces escribo” con Damaris Disner


Cuando Daniel me habló para pedirme que presentara su libro, ganador de la primera convocatoria del Concurso “Carlos Olmos”, intuí que me encontraría con una obra ingeniosa y honesta, porque son las cualidades que siempre he admirado en él.

El día que me entregó el ejemplar, yo saldría de viaje. Entre el trajín de hacer mi maleta y “llenar” mi bolsa de lo imprescindible tuve que postergar su lectura, hasta llegar a la terminal de autobús. Entre la espera y el viaje leí “Deténgase, no avance más hacia el cañón”. Aunque debo corregir, no la leí, la devoré.

Leerla en carretera me pareció una decisión acertada porque iba a la par de la trama, tuve la sensación de recrear mi escenario personal ¿quién no ha sentido en algún momento el deseo de aventarse por la ventanilla porque ya se aburrió de la dificultad de los caminos que no parecen tener sentido? e inmediatamente después arrepentirse de haberlo pensado para desearlo de nuevo.

La mordacidad con la que maneja los diálogos Falconi, revela a un dramaturgo que no teme a la experimentación ni al desafío establecido por el canon. Su atrevimiento como demiurgo va también en sincronía con su personaje, la autoficción es un guiño que nos acompaña desde la dedicatoria y no abandona en diferentes momentos a Daniel el personaje/autor. Y es que uno de sus grandes aciertos, es el manejo del doppelgänger, que nos permite ahondar en nuestros propios pensamientos para desenmascararlos desde la desmesura hilarante.

Los personajes que se entrecruzan con Daniel y Luis, son símbolos de represión. Los policías, la madre autoritaria, la Fiscalía, el Juez. Y entre este laberinto del deber ser y el deber hacer, Luis y Daniel nos cuentan qué les hizo llegar a diferentes puntos álgidos en la historia compartida.

En “Deténgase, no avance más hacia el cañón”, cada escena presenta una posibilidad que el lector o lectora debe completar, pero antes que lo haga, ya Falconi ha desvanecido su arco de tensión para inmediatamente construir otro, lo que impide abandonarlos.

Lo que parecen ser las acotaciones, son los dobleces de pensamientos entre lo correcto y lo ¿incorrecto? o mejor dicho, lo genuino, es ahí donde la narraturgia se hace presente, para confirmar o desmentir lo que nuestros propios viajes personales nos han revelado.

La hilaridad que provoca el apasionamiento por hacer lo que creemos, hace cuestionarnos qué tanto de valentía salpica a nuestra existencia y como en las películas, donde la policía siempre llega a tiempo, aquí en esta atmósfera falconiana es el elemento crucial que sin apretar el gatillo da en el blanco.

No temo decir, que quien se atreva a acercarse a la lectura de “Deténgase, no avance más hacia el cañón”, cuya edición estuvo bajo la supervisión de la Dirección de Publicaciones del Coneculta-Chiapas, hallará una extraña sensación de alivio porque nos recuerda lo que esta sociedad ha parecido olvidar: la lealtad y el compromiso con nosotros, nosotras mismas, es más poderoso que lo que nos pretende inmovilizar.

Gracias, Daniel Falconi, por nutrir a la dramaturgia del Sur con un texto que deja entrever una deuda social, decidir en qué momento nos queremos bajar del viaje de la existencia terrenal sin que sea un castigo para quien acompañe tal determinación, además del desfase entre el pensar/hacer de una sociedad acartonada.

Temas que a pocos les interesa ahondar porque requieren de un creador escénico que trace su propia ruta con honestidad y valentía de gustar o no. De este lado del país hay muchas historias que aún no se han contado con determinación, pero también con humor jocoso que lleva a una reflexión no simplista.

Y entre todo el dolor que puede causar un destino ambiguo hay una sonrisa, una música que suena de fondo y  llena de fortaleza para llegar a la meta, aunque nadie más pueda o deba acompañar.

Solo me resta decir que, desde ahora, una torreta se ha encendido, pero es para darle paso a Daniel y a Luis guiándolos hacia el escenario. Que de seguro los aquí presentes deseamos que suceda pronto. Así sea.

*Texto leído en el Museo del Café, el jueves 22 de mayo de 2025, durante la presentación de “Deténgase, no avance más hacía el cañón”.