Lunes, 3 de noviembre de 2025

Así disfruta la vida Don Oscar Trujillo en "Día de Muertos”

“Una vez en el Panteón Jardines estaba grabando un video y me metí en una tumba vacía. Cuando salí, una señora pegó un grito que se escuchó por todo el lugar. Mi hermano tuvo que explicarle que era solo una actuación”.


Por rotativoenlinea.com

3 de noviembre de 2025 Actualizado a las 07:11:23

En el panteón municipal de Tuxtla Gutiérrez, entre flores, veladoras y ofrendas, cada año aparece una figura que roba miradas, provoca sonrisas y alguna que otra sorpresa. Se trata de Oscar Orlando Trujillo Aguilar, un maestro jubilado de 63 años, quien desde hace casi una década se caracteriza como un “muerto viviente” y  transmitir un mensaje sobre la vida y la muerte.

“Es un gran orgullo haber sido maestro, lo traigo por herencia. Mi abuelo, mi padre y mi bisabuela fueron educadores. Enseñar a los niños y adolescentes fue una experiencia que me marcó profundamente”. Pero tras jubilarse, Oscar encontró en la caracterización una forma alegre de pasar el tiempo.

Su historia con el maquillaje y el disfraz comenzó hace unos 8 o 10 años, inspirado por su fanatismo por Michael Jackson y la cultura popular de los años 80, una noche soñó que podía transformarse en un personaje y utilizo materiales reciclados como corcholatas, argollas o aretes para dar vida a su vestuario.

Para él, cada caracterización es un homenaje. “Lo hago por mi hermano y por mi madre, que fue costurera y me ayudó con mis primeros trajes. Siempre me decía: ‘te va a quedar chingón tu traje’”. Su talento le ha valido primeros lugares en concursos de vestuario, caracterización y escenografía, tanto en escuelas como en eventos públicos.

Entre las anécdotas más memorables, narra una que provocó susto y carcajadas. “Una vez en el Panteón Jardines estaba grabando un video y me metí en una tumba vacía. Cuando salí, una señora pegó un grito que se escuchó por todo el lugar. Mi hermano tuvo que explicarle que era solo una actuación”.

A pesar de los sustos, Oscar asegura que su intención no es provocar miedo, sino reflexión y alegría. “Hay que reírse de la muerte, porque esta vida hay que disfrutarla. Jesucristo venció a la muerte, y nosotros debemos aprender a esperarla con fe y con humor”, afirma con convicción.

Cada año, Oscar llega solo al panteón, pero se va acompañado de decenas de personas que se acercan a tomarse fotos, agradecerle o felicitarlo por su trabajo. “Me siento chido, me desestreso y conozco gente nueva. Me llena de vida ver que mi personaje alegra a otros”, comenta.

Quienes deseen conocerlo o invitarlo a eventos pueden encontrarlo en su domicilio, en la Colonia Maldonado, 11 Sur Oriente #1150, donde también ofrece apoyo en maquillajes y caracterizaciones. “Siempre les digo a los jóvenes: échenle ganas al 100%. La actitud lo es todo. Hay viejos que seguimos jóvenes y jóvenes que ya nacieron viejos”.