Cecy Gordillo / rotativoenlinea.com
En el entorno de millones de casos confirmados con el virus SARS-CoV-2- COVID-19 es de suma importancia que en todo el mundo prevalecer la salud mental de los niños.
Los pequeños del hogar han sido testigos de las altas tasas de muertes y de infección, sumando las las restricciones y cambios de roles en sus vidas cotidianas, y si bien es sabido que no están directamente expuestos a dichas consecuencias, de alguna manera están siendo afectados psicológicamente.
Cómo padres preocupados ante tal situación expresamos nuestro sentir sin tomar medidas de prevención, debido a que investigaciones han demostrado el impacto que tienen a largo plazo el bienestar psicológico y físico el hablar sobre enfermedades con riesgo de muerte de padres e hijos.
Por lo que un equipo interdisciplinario del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford preparó una plataforma de recursos gratuitos (en inglés) para brindar apoyo a padres, maestros y profesionales de la salud sobre la manera de comunicarse con los niños acerca de las enfermedades, la muerte y el COVID-19.
Cómo padres o cuidadores de niños nos sentimos un tanto agobiados y tristes al no saber cómo podemos abordar temas sobre la muerte y a eso le sumamos hablar con ellos sobre el COVID-19.
Aunque, hasta los niños más pequeños son conscientes de los cambios en las emociones de los adultos, o de la ausencia de los cuidadores que les son conocidos. La forma en que comprenden las enfermedades y la muerte avanza gradualmente durante la niñez, por lo tanto preguntarles qué sabe y qué entienden es un buen punto de partida.
De este modo, podemos adaptar la información según corresponda y resolver las confusiones. Esto es particularmente importante con niños de entre cuatro y siete años, edad en la que están influidos por el “pensamiento mágico”. El pensamiento mágico es cuando los niños creen que sus pensamientos, comportamientos o deseos causan eventos externos, como cuando un niño piensa erróneamente que su madre o su padre se enfermó porque él se portó mal.
Para evitar que los niños se culpen o sientan ansiedad y remordimiento innecesarios, es fundamental darles información precisa sobre el COVID-19 usando lenguaje concreto.
Es de suma importancia hablar con honestidad sobre la incertidumbre de la pandemia y sobre cómo está cambiando la vida familiar, sin abrumar a los niños con nuestros temores. Hablar y compartir los sentimientos ayuda a los niños a comprender los cambios que tal vez ya hayan notado en el comportamiento de los adultos a su alrededor. También les permite hablar sobre sus propias emociones y compartir sus preocupaciones y frustraciones.
Información Blog: primeros pasos (desarrollo infantil)