Álvarez Domínguez Mildred Dyaziri

Ovando Ovando María José

Tania Selene Bonia Gutiérrez

Nidia Nayeli Martínez Martínez

María José Santibáñez Sánchez

Estudiantes de Enfermería / ISEEECH

Abuelito, gracias por habernos enseñado la grandeza de la vida, a vivirla con alegría y de aprender a disfrutar de ella. En tu corazón nunca tuvo lugar el odio, ni el rencor, solo vi en ti el amor, la bondad, la nobleza y la comprensión. Tus sabios consejos llenaban de alegría nuestros corazones, nos unió como familia también. Por eso te amamos y te amaremos eternamente. Deseo que estés en un buen lugar y que sientas paz, donde quiera que te encuentres.

Jamás en la vida pensé que te irías tan rápido, fuiste mi persona maravillosa y a pesar de cómo fue tu muerte, no tienes otro destino más que el cielo y solo por dar la vida entera por mi fuiste mi felicidad completa, me duele el recordar que ya no estás a mi lado y que dejaste de caminar junto a mí, pero cada día eres mi inspiración para demostrarte todo lo que te prometí. Te extraño como no tienes idea, nunca olvidaré esos recuerdos de risa, enojo y tristeza. Te agradezco por todo y nunca olvides que existes en mi corazón por siempre.

Tras tu partida solo me queda el recordar lo que un día fuimos y vivimos los buenos y malos momentos, pero sobre todo lo bueno. Nunca olvidaré esos sabios consejos que me diste y no había tomado en cuenta, hasta hoy que te necesito, me lleno de nostalgia al recordar cuando cumplía años, cuando bailábamos, o cuando nos dormíamos y quemábamos la comida, cuando los niños no pasaban a tú casa a pedir calabacita porque el perrito los correteaba, siempre lo tendré en mi memoria como buenos recuerdos de aquellos viejos tiempos, no importa cuánto pase el tiempo yo siempre la seguiré queriendo y recordando cómo fue. Estoy feliz que ya no estás sufriendo aquí, día tras día te doy gracias por enseñarme lo que sé, te quiero como siempre, como que si los años no han pasado.

Quiero decirte que estás en mi corazón, que no solo son los recuerdos, y que de alguna forma siento que me acompañas, que siempre estás a mi lado. Te quiero abuelito, te adoro, eres mi ejemplo, mi camino, mi luz, y quiero decirte que te echo mucho de menos. Desde aquí un abrazo, un beso, y un te quiero. Hasta siempre tu nieta.