Carlos Marroquín / rotativoenlinea.com
Con información: Suceso Chiapas
“Se levantó como todos los días, desayuno muy bien, le hice su lonchera, lo llevé a la escuela, entró muy feliz, muy feliz”, comenta con una voz pausada la madre del pequeño Damián, Amparo Moreno: “fui trabajar, pero a las 11:00 de la mañana me marca el dueño de la escuela para decirme que yo fuera a un hospital, y le pregunte qué había pasado, me dijo que no sabía”.
Recuerda, que salió de la oficina, tomó un taxi y se dirijo al nosocomio, durante el trayecto volvió a marcar al dueño, en donde la respuesta fue la misma “no sabía”, cuando llega al lugar observa a su hijo en un sillón: “todo empapado de agua, no respiraba, estaba todo moradito. Yo lo quise revivir, le aplaste la pancita y le eche aire, solo sacaba agua”.
En esos minutos de angustia le marcó a su padre, quien llega e intenta resucitar al menor, pero el tiempo había transcurrido para él, quien, a decir del personal médico de la clínica, Damián, llegó sin signos vitales, en el lugar también se encontraba la directora quien no supo que responder ante la situación tan delicada.
“Porque le habían hecho esto a mi hijo sí yo se los deje bien”, fueron los reclamos de la madre durante ese martes trágico; quien afirma que su bebé siempre le gusto las figuras, “se sabía los colores, las formas, los números, incluso llegaba a mi cama para mostrarme una tarje, quería que yo le digiera que color era”.
La directora del Instituto Educativo “Piguin & Babe”, ubicado en la avenida 8a norte entre las calles 13 y la 14 poniente del barrio Juy Juy, en la zona poniente de la capital chiapaneca, comentó que durante el receso el niño se salió del área de comida, tiempo que se presume cayó a la alberca.
Los padres, desconsolados, quien enterraron a Damián con su carrito rojo y fichas de colores en el Panteón de Terán, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el pasado miércoles 8 de febrero, piden a las autoridades correspondientes justicia para su hijo, el cual tenía tres años siete meses y presentaba Autismo.
La Fiscalía General de Estado, FGE, ha brindado el apoyo para los padres de Damián, quienes exigen una condena ejemplar, para que ningún niño pase por lo que le paso a su pequeño hijo: “es un dolor que no se lo deseamos a ningún padre, sobre todo, por la desatención y la irresponsabilidad de los encargados”, puntualizaron.