Martes7 de mayo de 2024

La duplicidad que somos, nos reencuentra

Por ello, celebro que permita asomarnos a su universo caleidoscópico, que nos hable de su madre, padre, esposo e hijos o de aquellos momentos donde la tristeza iba deshojándose en culpas mientras la carretera avanzaba en lágrimas.


Por rotativoenlinea.com

26 de abril de 2024 Actualizado a las 12:04:10

Damaris Disner / rotativoenlinea.com 

Creo que la literatura es una brújula que guía nuestros sentires para reconocernos con incertidumbres, pero también con múltiples certezas. Es un testimonio sentipensante que registra los andares, en soledad o en tribu.

Georgina Érika Sánchez Camacho, atendió su llamado desde hace muchos años, tan de buena escucha que decidió estudiar la licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana. Siguió a la brújula para hallar caminos donde la palabra se convierte en “un grito de fe”, un “menú de reserva” o “los brazos de una diosa”.

En Tantas veces yo, de la editorial Viento al hombro (2024), la poeta habla de su cotidianidad que irrumpe el ritmo de la melodía interna para entregarse como hija, esposa, madre, docente, ciudadana. Quienes la conocemos sabemos que no es de medias tintas, ella es una apasionada de la vida, perfeccionista en sus múltiples labores como profesional y ciudadana. Pocas veces la vemos triste, decepcionada o fúrica.

Por ello, celebro que permita asomarnos a su universo caleidoscópico, que nos hable de su madre, padre, esposo e hijos o de aquellos momentos donde la tristeza iba deshojándose en culpas mientras la carretera avanzaba en lágrimas.

Aunque ha sido antologada en varios libros, éste, su ópera prima, nos ofrece su ternura cuando describe en la presentación que tiene una gatita y a la vez reafirma su profundo compromiso como docente cuando nos comparte que tiene un doctorado en Desarrollo Educativo.

Georgina Érika es similar a la hormiga que describe en una de sus poemas. “Diminuta, perspicaz, inteligente, disciplinada y vivaracha. ¡Cómo olvidar a la hormiga aquella!”. Y eso pasa cuando la conocemos, se nos queda en la memoria su sonrisa contagiante, la mirada llena de entusiasmo, su preocupación cuando percibe en sus estudiantes emociones contrariadas.

No hay etiquetas que la puedan definir, es tantas veces ella, que sin temor a equivocarme puedo concluir que al leerla también me descubro. Gracias por revelarnos en la poesía chiapaneca una brújula para sentirnos cobijadas en la cotidianidad, con profunda honestidad y valentía.

Notas:

El texto tuvo lectura durante la presentación de Tantas veces yo (ed. Viento al hombro, 2024), efectuado el viernes 12 de abril de 2024 en Corazón Borraz, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Las palabras entrecomilladas son versos de la poeta Sánchez Camacho del libro citado.