Naúm Roblero / rotativoenlinea.com
1.2 Los sentimientos
¿Qué sentimientos puede aguardar una sociedad con cubrebocas? Lo primero fue acomodarse a esa situacional pues era tan natural respirar, luego protegerse el rostro, fue inusual.
La rareza comenzó con salir a la calle luego de una cuarentena intermitente. Ay quienes no albergaron ese sentimiento distópico, hay quienes acudieron a charlas para superar la ansiedad de morir, a otros la depresión de haber perdido a un ser querido, el alivio de haber sobrevivido, la ansiedad del encierro, la pérdida del trabajo, la dinámica laboral. Las fortalezas mentales, espirituales mantuvieron a flote a una sociedad visitada por la muerte que causó crisis en a las esferas sociales.
1.3 La conducta
El rostro humano pasara a cubrirse con un objeto.
Además, el virus ha modificado la conducta, por ende no se pueda realizar eventos masivos. A la fecha, se usa el cubre bocas y se ha vuelto un atuendo más. ¿Qué hay de las relaciones con el uso de cubre bocas? Conocer a las personas y luego descubrir que son otras pues la mascarilla.
Luego de estar encerrados y volver a socializar, no fue asimilada del mismo modo por todos, pues hay quienes tuvieron crisis de ansiedad, depresión y se vieron más afectados por la poca interacción social. Volver a sociabilizar se ha vuelto un reto pues implica no solo un riesgo de salud, sino un sesgo psicológico según la personalidad y el desenvolvimiento de cada individuo.
2 El trabajo
Algunos empleados perdieron ese rango en plena pandemia y muchos negocios cerraron. Los empleos que supieron cambiar a servicios virtuales canalizaron la poca o nula interacción social y obtuvieron el beneficio de satisfacer al cliente.
En otros hubo una mezcla de interacción tecnológica y presencial como la médica, la educación.
Estando en un encierro, era preciso salir de ese estado y ubicarse en otro y la tecnología permitió acceder a esos espacios.