Lo que debería ser una oficina de esperanza se ha convertido en un nido de corrupción migrantes denuncian directamente a Carmen Yadira "N", titular de la COMAR, por negligencia, tráfico de influencias y venta descarada de trámites que van desde citas hasta la misma condición de refugiado, con cobros que oscilan entre mil y 70 mil pesos.
Los testimonios señalan que Carmen Yadira "N" ha despedido personal incómodo para colocar en puestos estratégicos a familiares y allegados, consolidando así un clan de corrupción dentro de la institución. “Aquí no hay ayuda humanitaria, aquí hay un mercado negro con el sufrimiento humano”, denunció un migrante que pidió el anonimato por miedo a represalias.
Organizaciones civiles aseguran que la COMAR en Tapachula se ha transformado en una máquina de extorsión, donde los derechos se venden como mercancía. “La corrupción aquí tiene nombre y apellido: Carmen Yadira "N"”, señalaron activistas, al exigir una investigación a fondo y sanciones ejemplares contra los responsables.
La demanda es clara: destitución inmediata de la funcionaria y garantía de un servicio limpio y transparente mientras no haya justicia, Tapachula seguirá siendo el epicentro de la impunidad, donde el sufrimiento de los migrantes se convierte en negocio para unos cuantos.